martes, 12 de agosto de 2008

SEVILLA: "PUERTO Y PUERTA DEL NUEVO MUNDO"



Sevilla en el siglo XVI.



Sevilla constituía el puerto y la puerta del Nuevo Mundo. La metrópoli hispalense era el ámbito terrestre para toda la gente de mar de la Carrera de las Indias.

En 1503 se situó en Sevilla la Casa de la Contratación, destinada a dirigir el tráfico de personas y mercancías con ultramar y, desde entonces, la ciudad fue oficialmente el puerto obligatorio de entrada y salida de embarcaciones para las Indias. Esto hizo que la ciudad creciera tanto económicamente como en número de habitantes, llegando a convertirse en una de las ciudades más grandes de Europa.

Sevilla tenía una serie de ventajas que hicieron a las autoridades decantarse por esta ciudad para monopolizar el comercio y las comunicaciones con América. Así, era el puerto más densamente poblado de la zona, donde podían extraerse marineros con facilidad y además la ciudad podía absorber y alojar la masa de población de marineros, pasajeros y comerciantes que iban a embarcarse en las flotas. Buena parte de la gente de mar eligió como asentamiento el arrabal de Triana en la orilla derecha del Guadalquivir. La ciudad también era un centro administrativo y antigua sede donde se concentraba el poder aglutinador representado or el rey. Sevilla era el centro económico del valle del Guadalquivir, que suponía la vía de comunicación natural de una de las regiones más prósperas, por su riqueza agrícola y su vida urbana, del occidente europeo. Y para financiarlo todo estaban los banqueros genoveses afincados en la ciudad desde la Edad Media. A esto se sumaba su posición de puerto interior, lo que suponía una garantía para evitar los asaltos. Sin embargo, existía un gran inconveniente, la ciudad tenía un puerto fluvial cuya capacidad para recibir navíos de gran tonelaje en plena carga era muy limitada. Por ello, aunque Sevilla fue la metrópoli indiscutible desde el punto de vista demográfico, administrativo o comercial, tuvo que compartir con otros lugares la condición de puerto de las Indias. En realidad, la gran puerta de entrada y salida hacia el Nuevo Mundo fue un complejo portuario que desde Cádiz, pasando por el Puerto de Santa María y Sanlucar de Barrameda, llegaba hasta Sevilla.

El famoso "Arenal de Sevilla", una superficie de unos setecientos metro de largo por trescientos de ancho, era el centro de la vida portuaria de la ciudad. Este Arenal era el auténtico corazón que recibía e impulsaba el flujo marítimo de Sevilla.



El puerto de Sevilla en el siglo XVI con el Arenal en primer término y al fondo Triana.

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